La Cruz Roja de Colmenar Viejo mantiene viva su vocación de ayuda con más de 150 voluntarios que participan en programas de empleo, bienestar, inmigración o atención a mayores.
MJ. La Cruz Roja Colmenar Viejo, integrada en la Asamblea Comarcal Cuenca del Manzanares, trabaja con intensidad en nueve municipios de la zona norte: Colmenar Viejo, Tres Cantos, Soto del Real, Manzanares el Real, Miraflores de la Sierra, El Boalo, Cerceda, Matalpino y Guadalix de la Sierra.
Sara Aragón Villa, técnica de voluntariado, explica que desde la oficina colmenareña se desarrollan proyectos de intervención social que abarcan formación para el empleo, integración y apoyo psicológico. “Hacemos talleres y capacitaciones para personas que buscan mejorar su empleabilidad, desde cómo hacer una entrevista o un currículum hasta derechos laborales básicos”, señala.
Las intervenciones abarcan desde talleres de alfabetización digital hasta acompañamiento domiciliario. La entidad promueve una red de apoyo constante entre los vecinos.
El área social también ofrece talleres de empoderamiento migratorio, alfabetización digital, igualdad y homologación de estudios, con el fin de facilitar la inserción laboral y social de las personas recién llegadas. Además, la coordinación con los servicios sociales municipales permite atender necesidades básicas como alimentación, gafas, suministros o alquileres.
Apoyo a mujeres, mayores y familias
Entre los proyectos más consolidados, destacan los grupos de apoyo para mujeres en dificultad social y los talleres de bienestar emocional. “Trabajamos habilidades sociales, autoestima e inteligencia emocional. Intentamos crear una red de cercanía entre ellas”, explica Aragón.
Los mayores ocupan un lugar esencial en la labor de la Cruz Roja Colmenar Viejo. Se realizan seguimientos telefónicos, visitas domiciliarias y acompañamientos a consultas médicas o trámites. También se promueven actividades lúdicas como bingos, bailes o manualidades, además de los populares talleres de memoria que fomentan la autonomía y el contacto social.
El área infantil cuenta con un centro de promoción del éxito escolar, donde se ofrece refuerzo en los deberes y actividades de tiempo libre los fines de semana. En los colegios, los voluntarios desarrollan acciones de prevención y educación en valores, con la mirada puesta en la convivencia y la igualdad.
El motor del voluntariado
Actualmente, alrededor de 150 personas colaboran de forma activa en Colmenar Viejo. “Siempre hace falta más gente, porque cada vez surgen más necesidades”, comenta Aragón. La diversidad del voluntariado es amplia: estudiantes, prejubilados o personas trabajadoras que dedican parte de su tiempo libre a ayudar.
Quien desee unirse puede hacerlo fácilmente a través de la web oficial. “Si tú en Google escribes me quiero hacer voluntario en Cruz Roja, te saldrá la página. Al poner el código postal 28770, soy yo la persona que contacta contigo”, explica con una sonrisa.
Aragón anima a participar, de una forma u otra, en esta cadena solidaria. “Yo animo a que todo el mundo aporte su granito de solidaridad”, subraya. “Ayudarnos los unos a los otros es lo que va a conseguir que seamos una sociedad mejor”.
Colaboración y financiación
Aunque el Ayuntamiento mantiene algunos convenios con la organización, la principal fuente de financiación proviene de las personas, de los socios. “Hay gente que dice: yo quiero colaborar, pero no puedo venir cuatro horas entre semana. Entonces se hacen socias, y eso es lo que nos permite mantener los proyectos”, explica Aragón.
Esa implicación vecinal sostiene una labor continua que refuerza el tejido social de Colmenar Viejo. La Cruz Roja Colmenar Viejo se consolida así como un referente de solidaridad local, al pie del cañón en cada necesidad.